Es la aparición aislada y repentina de episodios de miedo excesivo, en las que el cuerpo parece no responder, las crisis inician de forma brusca y rápidamente pueden alcanzar su máxima expresión (10 minutos o menos).
Las personas que la experimentan pueden manifestar sensación de peligro extremo y una urgente necesidad de huir, en ocasiones pueden experimentar la sensación de que su cuerpo se diluye o que están en un escenario de muerte inminente.
Son variados los síntomas que pueden presentar:
En estás crisis no existe un depredador real externo que amenace a la persona, la amenaza viene del interior de la persona y es alimentada por miedo intenso que lo invade y paraliza.
La persona cae como en un espiral de aprensión, en un abismo sin fondo que se retroalimenta del miedo experimentado y minuto a minuto incrementa su intensidad. La ansiedad tiene un pico límite y después de llegar a la cúspide se desvanece y por fin aparece la calma. Sin embargo, es frecuente que las personas terminen en urgencias al no saber que es lo que les pasa.
Por supuesto no todas las sensaciones se dan en todos los casos.
Autor: Dra. Blanca Angélica Meneses Fernández